Se conoce con este término al miedo a conducir. Aunque no muy conocida, se trata de una fobia que impide a la persona que la padece ponerse frente a un volante y conducir con tranquilidad. Afecta al día a día y merma la independencia, autoestima y, por tanto, la calidad de vida, pues impide llevar a cabo acciones cotidianas.
La amaxofobia, como su nombre indica, es una fobia, que no debe confundirse en ningún momento con el miedo que sufren los conductores noveles las primeras veces que conducen solos, ya que estos nervios y temores desaparecen con el tiempo, a medida que van ganando experiencia.
Este otro tipo de miedo a conducir se manifiesta con síntomas como la ansiedad, la agitación o sudores ante la expectativa de ponerse frente al volante, puede aparecer en cualquier momento, y da lugar a verdaderos ataques de pánico en los que se produce un bloqueo mental total.
Cómo superar el miedo a conducir
La buena noticia es que sí, es posible superar esta fobia. Como cada persona es única, y siente y reacciona antes sus miedos de forma distinta, no hay una sola fórmula para conseguirlo. No obstante, desde Autoescuela Zancara queremos ofrecer las claves que, habitualmente, mejor funcionan.
1. Reconocer que se tiene un problema
Los intentos de lucha y de querer controlar las emociones que se sienten, negándolas, tienen el efecto contrario al que se pretende, incrementando la sensación de malestar. En su lugar, hay que aprender a reconocerlas y aceptarlas.
2. Contactar con otras personas que también la sufren
La gran red global permite conocer a gente de diferentes partes del mundo y con diferentes gustos e intereses. Del mismo modo, es una excelente herramienta para contactar con personas que tienen el mismo problema, pues compartir este tipo de sensaciones con aquellos que realmente pueden entenderlas es de gran ayuda.
Aunque no se trata de una fobia demasiado conocida, es un miedo mucho más común de lo que se cree, por lo que es relativamente fácil ponerse comunicarse con personas que se encuentren en la misma situación. Esto ayuda no sentirse incomprendido, ni un bicho raro, además de poder apoyarse mutuamente, ofreciendo recetas que han servido en unos determinados casos.
3. Explorar los propios recursos
Es importante centrarse en lo que se puede controlar e identificar los recursos disponibles que se tienen cerca. De este modo, es muy posible que personas del entorno consigan apoyar y acompañar en los primeros acercamientos a la conducción para sentirse más confiado, facilitando todo el proceso.
Otro recurso que a muchas personas le sirve es volver a la autoescuela y reaprender, sobre todo para aquellos que cogen miedo al volante por sentir que le faltan conocimientos, destrezas o habilidades.
4. Técnicas de relajación y de gestión emocional
Como cabe suponer, cuando más relajado se esté a la hora de enfrentarse a algo que inspira miedo, mucho mejor. Hay muchas técnicas de relajación que se pueden aplicar en este y otros contextos: respiración diafragmática, relajación muscular de Jacobson, meditar, mindfulness, yoga, visualización, hipnosis… Lo ideal sería coger la práctica que mejor funcione a cada caso y dedicarle unos 30 o 60 minutos al día a esta actividad.
5. Recurre a un profesional
La amaxofobia es un tipo de mal psicológico y hay que darle la importancia que tiene. La ayuda profesional de psicólogos expertos brinda las herramientas necesarias con las que superarla. Cabe recordar que las fobias tratadas por estos expertos son habituales y sus métodos muy efectivos.
Al ser un tipo de trastorno de ansiedad, todos los consejos que se han dado con anterioridad funcionarán mucho mejor con la ayuda de un terapeuta, que sepa orientar al afectado durante todo el proceso de recuperación del control, tanto de sus pensamientos como de sus conductas.
Ejercicios que pueden ayudar a superar la amaxofobia
Además de las recomendaciones que se han dado con anterioridad, hay algunas prácticas que en el día a día pueden ayudar a vencer este miedo a conducir.
En primer lugar, debes evitar juzgar tu forma de conducir o compararte con los demás. Asimismo, hay que centrarse en el momento presente y no adelantarse a los que está por venir.
En segundo lugar, es una buena idea escuchar música relajante mientras se conduce que ayude a pensar en positivo. También es de utilidad ir diciendo en voz alta los pasos que hay que dar: ahora giro a la izquierda y después de pasar la rotonda buscaré un aparcamiento. Esto incrementa la sensación de control.
Por último, desde Autoescuela Zancara animamos a todos los que tienen este problema a buscar la ayuda y el apoyo necesario y no renunciar a conducir, una práctica indispensable hoy en día para tener autonomía y desempeñar muchos trabajos, además de mejorar la calidad de vida a nivel personal y social.