En un año especialmente seco, la llegada de las lluvias siempre es bienvenida. Sin embargo, para los conductores, la caída de agua sobre el asfalto provoca una de las mayores situaciones de riesgo al volante, sobre todo a aquellos con poca experiencia.

El agua superficial que se crea sobre la pista después de una lluvia, más o menos intensa, produce el efecto conocido como aquaplaning o hidroplaning, que puede provocar la pérdida del control del vehículo. Una situación que derivará en accidente y, por tanto, en una más que probable colisión si la velocidad con la que se circula es demasiado elevada.

El aquaplaning se considera uno de los grandes enemigos de la conducción, una situación que solo se puede combatir si se la conoce y se estudia.

¿Qué es y cómo se produce el efecto aquaplaning?

Tal y como ya se ha definido brevemente con anterioridad, el aquaplaning no es más que un efecto de patinaje y pérdida de control del vehículo que se produce cuando la capa de agua acumulada sobre la carretera impide el contacto entre el neumático del vehículo y el asfalto de la pista.

El coche o la moto se desliza sobre esta superficie como si estuviera patinando, por lo que el volante deja de realizar su función, perdiendo la capacidad de la dirección y, así mismo, también se pierde la tracción en las ruedas que no pueden agarrarse al asfalto.

¿Cómo evitar el aquaplaning?

La primera norma que hay que cumplir cuando se observa agua en la carretera es reducir la velocidad, asegurando que el automóvil esté asentado sobre la carretera y las ruedas tengan tiempo suficiente para evacuar el agua que la separa de esta.

Es muy importante, también, que los neumáticos estén en buen estado, con una banda de rodadura que contenga tanto los surcos como el resto de componentes en condiciones óptimas para expulsar el agua cuando entra en contacto con él.

La mayoría de las marcas presentan sus propios modelos especializados para enfrentarse a este efecto acuático. Las consideradas mejores ruedas para evitar el aquaplaning son Michelin Primacy-4 S1, Continental EcoContact-6, Bridgestone T005 Turanza, Pirelli P7 Cinturato Blue y Goodyear EfficientGrip.

Causas del aquaplaning

Generalmente este problema aparecerá cuando se han producido lluvias intensas que se han acumulado en la superficie de la carretera y no ha dado tiempo a evacuarse. Aunque, también, se puede dar por un estado deficiente de la pista, existiendo hoyos o surcos donde se acumule el agua por muy poco que llueva.

Lógicamente y como ya se ha mencionado, el estado del neumático y la velocidad que se lleve podrá agravar la situación. Hay que prestar especial atención a que los neumáticos que se estén utilizando no tengan una banda de rodadura demasiado baja, esto impedirá que se elimine la suficiente cantidad de agua, creando peligro, aunque la cantidad de agua a evacuar sea mínima.

Por el contrario, unos neumáticos de buena calidad y sin demasiado uso serán capaces de evacuar el equivalente a un cubo de agua de la carretera cada siete segundos aproximadamente. Motivo más que suficiente para circular con este tipo de ruedas cuando las circunstancias lo requieran.

Cómo se sabe que el vehículo está sufriendo esta situación

Antes de que sea demasiado tarde y se pierda totalmente el control del vehículo, se podrá apreciar un aumento notable en el ruido del motor, al tiempo que se siente como si se hubiera soltado el embrague en las marchas mientras se conduce a velocidad elevada. Esto hará que aumenten las revoluciones.

Por otro lado, la dirección se volverá flotante, muy ligera, y la parte trasera del coche se va a desplazar de un lado a otro, produciéndose el conocido como movimiento “cola de pez”.

El control del vehículo

Por último, es fundamental saber qué hacer cuando aparece este problema y se quieren evitar los riesgos posibles. En primer consejo es mantener la calma, pensando razonadamente, sin pánico, los siguientes pasos que se han de acometer.

Nunca pises los frenos con fuerza, esto solo va a empeorar la situación. Se soltará lentamente el pie del acelerador, se mantendrá el volante derecho. Una vez que se siente que se vuelve a tomar el control, porque se va produciendo el agarre al suelo, se procederá a frenar e ir reduciendo la velocidad poco a poco, con movimientos lentos y constantes del volante.

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