La importancia de la distancia de detención

La distancia de detención, también conocida como distancia de frenado, es de vital importancia para evitar accidentes o asumir algún tipo de riesgo en la carretera. Por este motivo, este artículo va dedicado a conocer qué es exactamente la distancia de detención, así como qué factores están involucrados en ella.

Qué es la distancia de detención

Al volante, hay muchas situaciones inesperadas en las que se necesita parar el coche de forma urgente y precisa. Ya sea por un semáforo en ámbar, un paso de peatones, o un animal que cruza de repente la carretera, se necesita detener el vehículo inmediatamente.

Se denomina distancia de frenado al trayecto que recorre el coche desde que se pisa el freno hasta que se detiene por completo. Son los metros que necesita el coche para pararse y determinan poner vidas en peligro o salvarlas. El problema es que no dependen directamente del conductor, sino que hay factores externos que entran en juego. Si bien es cierto que los reflejos pueden disminuir o aumentar la distancia de detección al reaccionar con mayor o menor rapidez, también entran en juego el agarre al pavimento, la capacidad de los frenos, el estado de los neumáticos y la suspensión…

No obstante, lo que sí se debe hacer es adecuar el estilo de conducción y el vehículo para que la distancia de frenado se vea reducida al mínimo. Los puntos fuertes en los que hay que actuar son la velocidad y el estado de los frenos y neumáticos.

Para garantizar la propia seguridad en la carretera, así como la del resto de usuarios de la vía, hay que practicar una conducción responsable, cuidando todos los elementos del vehículo para mejorar, en la medida de lo posible, los tiempos de frenado.

Factores que se pueden controlar

Estos son los factores controlables por cada conductor del vehículo, los que están directamente relacionados con el estilo de conducción que se practica o con el estado del coche

Velocidad

Conducir a una velocidad adecuada al tipo de vía es esencial para garantizar una distancia de frenado correcta. Se debe tener en cuenta que, a mayor velocidad, mayor será la cantidad de metros que se necesitarán hasta detener el coche desde que se pisa el freno. En las mismas condiciones medioambientales, si se circula a 90 km/h y se frena, se necesitarán 60 metros para detenerse. En cambio, si se conduce a 120, serán 108 los metros necesarios antes de la parada completa del vehículo.

Del mismo modo, cuando se conduce se ha de hacer de manera consciente, sin distracciones de la carretera. La misma velocidad, según en qué circunstancias y la atención que esté prestando en ese momento el conductor, puede resultar peligrosa. De hecho, circular a tan solo 20 km/h pueden ser peligroso si la carretera está mojada, si llueve, cae granizo o cuando se producen retenciones.

Estado de los Frenos

Es obligación del conductor mantener el coche siempre en óptimas condiciones para circular. Los frenos influyen directamente en la distancia de frenado. Con el paso del tiempo, los discos comienzan a desgastarse y pierden gran parte de su efectividad en situaciones inesperadas que requieren de paradas inmediatas. Al igual que ocurre con los neumáticos, que se verá en el siguiente apartado, es importante hacer un seguimiento general del estado del coche, pasarles las revisiones necesarias y efectuarle el mantenimiento que requiera para que se conserve en buenas condiciones y evitar accidentes.

Estados de los Neumáticos

Al igual que en el caso anterior, es obligación del conductor revisar el estado de los neumáticos periódicamente para que estos se encuentren en buenas condiciones y mantengan un buen agarre al suelo. La calidad de los neumáticos hace que la distancia de aumente o disminuya significativamente. Las características que más relevancia tiene son el tipo de neumático, el nivel de desgaste, el inflado…

El estado de la Suspensión

Por último, dentro de los factores controlables se encuentra el estado de los amortiguadores. Una mala conservación de los mismo aumenta la distancia de detención hasta en un 30%. El motivo es que la amortiguación permite una correcta suspensión del coche y son parte esencial en el control del vehículo.

Variables externas

Al igual que hay algunos factores que se pueden controlar, como los mencionados con anterioridad, otros son circunstanciales y ajenos al conductor y el estado del vehículo.

El estado de la Carretera

La calidad de la carretera es proporcional a la distancia de frenado. A mejor estado, menor será la distancia necesaria para parar el vehículo y viceversa. Por este motivo, aunque no se puede controlar el mantenimiento de la vía, sí que, en dependencia del aspecto del pavimento, se deberá adaptar la velocidad de la conducción.

Cambios ambientales

Al igual que en el caso anterior, las situaciones climatológicas adversas, como la lluvia o la nieve, hace que la distancia de frenado aumente por efectos como el aquaplaning, que hacen que las ruedas patinen sobre el agua. Por este motivo, en estas circunstancias se deberá conducir con mayor precaución y disminuir la velocidad.

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