En general, hay bastante desconocimiento sobre la importancia del calzado a la hora de conducir en relación a la seguridad vial. En cierto modo, no es de extrañar esta falta de información, pues ni en el Reglamento General de Circulación se aclara, ni la DGT especifica qué tipo de zapato hay que llevar para conducir con más seguridad.

Multas por conducir sin el calzado adecuado

Tal y como se ha comentado con anterioridad, en nuestro Reglamento General de Circulación (RGC) no quedan recogidas normas específicas sobre el calzado en la conducción, por lo tanto, el uso de un tipo de zapato concreto, como pueden ser las chanclas, no es sancionable. No obstante, si un agente de seguridad vial para a un conductor y considera que el calzado que lleva afecta a la forma de conducir, restándole control y aumentando, por tanto, el riesgo, es posible que lo penalice con una sanción que ascienda hasta los 200 euros. Del mismo modo, es posible hacerlo en caso de que se vea involucrado en algún accidente, si es atribuinle la falta de control de un vehículo a este hecho.

En este sentido, si se hace referencia a varios artículos del RGC refiriéndose a la obligación, por parte del conductor, de garantizar la suficiente libertad de movimientos en el vehículo que eviten posibles interferencias en una conducción segura.

Artículo 3.1

Este artículo en particular hace referencia al modo de conducción, con la diligencia y la precaución necesarias para evitar todo daño, propio o ajeno.

Artículo 18.1

Este, por su parte, se refiere a la obligación del conductor de mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción; debiendo mantener la posición adecuada en todo momento.

Estas palabras se pueden traducir como la obligación de usar un calzado que ofrezca una sujeción óptima para el pie, con la suficiente flexibilidad y ligereza, permitiendo el mayor margen de movimiento posible y sentir el tacto de los pedales de forma continuada.

Artículo 17.1

Por último, con este artículo queda establecido que los conductores deben estar en todo momento en condiciones de controlar su vehículo.

Sea como fuere, e independientemente de la posibilidad de ser o no multado, la realidad es que conducir con calzado inapropiado puede acabar propiciando un accidente por falta de control, pisar dos pedales a la vez, enganches… Es recomendable, por tanto, cambiarse de calzado cuando se va a la playa, o en cualquier otra circunstancia en la que se usen chanclas u otro tipo de zapatos inadecuados, como por ejemplo los tacones muy altos.

Qué tipo de zapatos son los más aconsejados para conducir

El calzado recomendado por los expertos es el que permite la libertad de movimiento, por lo que tiene que ser lo suficientemente flexible. A su vez, debe ajustarse perfectamente y no limitar la sensibilidad en el manejo de los pedales. Las zapatillas deportivas, los zapatos de vestir de cuero o los mocasines cómodos nunca van a representar ningún problema al volante, garantizando en este sentido la seguridad vial.

Características de un buen calzado para conducir

Estas son las principales características que debe cumplir un calzado para que sea conveniente para el ejercicio de la conducción.

Cerrado

De este modo no existirá riesgo de engancharse a los pedales, lo que si puede ocurrir con zapatos abiertos de tiras. En caso de que esto llegase ocurrir, sería sumamente peligroso. Conviene evitar, en cualquier caso, que cuente con adornos o lazos que pueden acabar ocasionando este tipo de accidentes.

Suela antideslizante

La suela también es muy importante, ya que se encarga de la correcta gestión de los pedales. Las suelas antideslizantes, por motivos obvios, son las más recomendables. Cabe señalar que los zapatos de tacón alto se deben evitar siempre, ni aun contando con una suela antideslizante, porque suelen quedarse enganchados en los pedales.

Cómodos

El calzado debe ser cerrado, con una suela apropiada y, además, cómodo, evitando roces o molestias en los pies que acaben reduciendo la atención del conductor.

Conclusión

No solo por evitar una posible multa, ya que como se ha comentado a lo largo de este artículo el reglamento de la DGT no deja nada claro al respecto, conducir con un calzado adecuado es una cuestión esencial de seguridad.

Una buena recomendación para evitar conducir con chanclas, tacones o incluso descalzos, es contar siempre en el coche con un par de zapatos para conducir que cuenten con las características antes mencionadas. De este modo, se podrá hacer uso de ellos cuando sea necesario a la hora de circular y evitar asumir riesgos evitables.

WhatsApp chat